La noticia más relevante de la semana pasada fue sin duda la confirmación del 747-8 como reemplazo de los «viejos» 747-200 denominados VC-25A o como todo el mundo los llamamos: Air Force One.
La noticia era bastante esperada: el gobierno americano no iba a dar un contrato tan significativo como el AF-1 a una empresa europea como Airbus. ¿Qué dirían los ciudadanos de a pie americanos que sus impuestos fuesen a parar a una empresa extranjera? De hecho el Departamento de Defensa americano lo deja bastante claro:
“The Boeing 747-8 is the only aircraft manufactured in the United States (that), when fully missionized, meets the necessary capabilities established to execute the presidential support mission, while reflecting the office of the president of the United States of America consistent with the national public interest”
Ahora bien; si quiero reemplazar un B747-200 puedo optar o bien por un 747-8 (lógico) o por el A380 (imposible), pero ¿qué pasa si quiero reemplazar un avión que está cumpliendo su servicio y mi fabricante (Boeing) no tiene ningún producto para reemplazarlo? Pues bienvenidos al caso del reemplazo del hermano pequeño del Air Force One, el 757-200 utilizado como Air Force Two.
El C-32 es un 757-200 modificado para ser utilizado como Air Force Two, es decir, el avión que suele transportar al vicepresidente de los EEUU (aunque también ha sido utilizado por los presidentes e incluso muchos altos cargos del gobierno americano). Como bien sabéis el 757 hace casi diez años que su producción pasó a mejor vida con la última entrega a Shangai Airlines así que cuando llegue la hora de reemplazar el AF-2 Boeing no podrá ofrecer algo que sea «manzanas por manzanas«. Y aunque pueda parecer un problema a largo plazo, el Air Force Two fue noticia varias veces el año pasado por sus continuos fallos que obligaron a Kerry (vicepresidente de los USA) a volar en compañías comerciales alguna vez que otra, así que cuando pensemos que los dos A310 de nuestro ejercito del aire fallan más que una escopeta de ferias, pensemos que en todos los sitios cuecen habas…
Boeing ha dicho por activa y por pasiva que no va a construir una nueva versión del 757, que no hay mercado para el y que las aerolíneas tienen el B737-900 para los vuelos de pasillo único de largo alcance (aunque los analistas y el mercado hayan desechado esta opción una y otra vez…). Así pues quedan sobre la mesa el Boeing 787 (descartando que el 777 es enorme y desproporcionado con lo que ofrece hoy en día el 757…), así que no se sabe cuando se producirá este reemplazo (suponemos que tardará años) pero huele a 787-8 por todos los costados.
Airbus guardaría el as en la manga de que lanzaron hace poco más de un mes el A321neo LR, el «teórico» sustituto del 757 un avión que además va a fabricarse en Mobile, Alabama, por lo que podría considerarse un avión medio americano, montado por mano de obra americana… pero si esta vez Airbus ni siquiera ha hecho una oferta por el AF-1 es porque sabe que es una batalla perdida de antemano.