Vaya tela con Airbus, no para de recibir suculentas compras en esta recta final del año. El otro día era Delta la que le alegraba en época pre-navideña con la compra de 50 aviones de fuselaje ancho, la semana pasada fue Azul con la compra en propiedad de 35 A320neo y el leasing de 28 más. Los que hemos tenido la suerte de poder volar con Azul (con «visita» de Neeleman durante el vuelo incluido) sabemos que la estrategia seguida por David Neeleman es casi igual a la que siguió en su día con JetBlue (de hecho ni siquiera se trabajó un nombre nuevo…): servicios de calidad a bajo coste.
¡¡Qué me gusta a mi Azul!! Su historia es muy interesante, su creador funda una aerolínea a su país natal poco después que le despidieran de una aerolínea que el mismo también creó, pero sobre todo por cómo ha sabido competir en el mercado interno brasileño, algo que parecía un coto de caza privado solo reservado para TAM y GOL, quizá esta semana hablemos algo más de esta aerolínea.
Ahora se va de compras y elige el A320neo frente al Boeing 737 MAX, otro bofetón de Airbus sobre el gigante de Seattle en menos de quince días. ¿Por qué? Veamos qué hace Azul: Live TV, catering en vuelos nacionales, bastante espacio entre asientos… parecía imposible que una aerolínea low cost ofreciera estos servicios hasta que llegó este señor y fundó JetBlue. Si leemos las declaraciones de Neeleman veremos el quid de la cuestión:
“The A320neo will be a perfect addition to our fleet of Embraer and ATR jets. We evaluated the Boeing aircraft, which has options in the same category, but we chose the Airbus for comfort and lower operating costs, allowing us to offer even more competitive rates on long-haul routes. The A320neo consume up to 20% less fuel per seat / km over the current model. They will have already established the Azul Area and will be equipped with slimline seats and live TV. In addition, the bathrooms of the new model have been repositioned and give more space to the cabin»
Ese es uno de los principales conceptos: el fundador de la aerolínea siempre ha puesto el confort y la experiencia del pasajero por encima de todo (siempre que sea rentable clar0). Pero lo mejor de todo es que ha conseguido demostrar que es rentable. Que tratar bien al pasajero funciona y da dinero.
De hecho ha seguido la misma estrategia que siguió cuando compró ATRs en vez de Q400 de Bombardier: este último tiene más pasajeros y es más rápido que el ATR-72, pero deja menos espacio al pasajero y los costos operacionales son bastante más altos. Justo lo mismo que ha pasado con el A320neo y el B737 MAX: el segundo tiene más asientos (Ryanair operará los suyos con 200 pasajeros frente a los 174 de Azul) pero ofrece menor espacio entre asientos y hay que tener el avión casi lleno para que te salgan las cuentas para competir con el A320neo.
La industria necesita a tipos como este: que sepan leer tan bien sus necesidades, sepan reconocer el mercado y sobre todo que antepongan la calidad del servicio por encima de todo.