El vídeo que tenéis arriba fue grabado en el vuelo 1977 de Ryanair entre Riga y Dublín. El menda que se lía a puñetazos contra el avión es un personaje que previamente a embarcar se había dedicado a beber más que los peces del villancico («pero mira como beben los peces en el río… beben y beben y vuelven a beber»). La cosa no pasaría de ser una anécdota si no fuese porque en su deplorable estado obligó al piloto a aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Aarhus, Dinamarca. ¿Es o no es para multar a semejante individuo?
Y es que pasajeros problemáticos y borrachos a bordo los ha habido y los habrá, pero tomando medidas económicas contundentes por parte de las autoridades se podrían evitar este tipo de altercados. ¿Que te quieres cocer con tus amigotes mientras vas de camino a Ibiza? Muy bien pero te va a salir cara la broma.
Hace unos meses un tipo australiano que volaba con Virgin a entre Perth y Sydney obligó a la aeronave a dar la vuelta cuando ya llevaban dos horas de camino… «la joyita» se despertó después de quedarse dormido de la papa que llevaba encima y cuando vio que habían movido su equipaje a otra zona del avión la lió parda hasta llegar a amenazar de estrellar el avión. ¿Resultado? El avión dio la vuelta y todos los pasajeros tuvieron que pasar una noche de hotel. Al final el energúmeno tendrá que pagar una multa de 42.000€. Ea, ahora vas y lo cascas.
En el caso de Ryanair no es la primera vez que se enfrenta a este tipo de pasajeros: en 2013 ya tuvieron que desviar a Madrid un vuelo de Glasgow a Málaga porque una serie de individuos comenzaron a saltar en pleno vuelo y a amenazar a la tripulación si no les servían más alcohol. Ese mismo año y en ruta Glasgow-Ibiza, otra serie de tipejos comenzaron a liarla en el vuelo y fueron detenidos por la Guardia Civil en cuanto tocó suelo…
Poco o nada se sabe de las consecuencias que sufrieron estos personajes, pero una normativa comunitaria que penase duramente este tipo de comportamientos en una aeronave haría pensarse a más de uno que de su comportamiento depende la seguridad de cientos de personas.