El día que David Neeleman fue mi TCP (anécdota)

Como ayer hablábamos de la compra de David Neeleman de TAP, mientras escribía esa entrada me vino a la cabeza una anécdota que viví el año pasado en un viaje a Brasil.

Y es que hay detalles de las personas que dan a entender de qué material están hechas las personas. El año pasado tuve la enorme suerte de poder visitar la que hasta el día de hoy es la isla más preciosa que he visitado en este planeta (y he visto muchas, créanme): Fernando de Noronha.

Bien sabido es la afición de Neeleman por los Embraer E-Series (fue el cliente de lanzamiento del E190 cuando capitaneaba JetBlue, su flota principal en Azul es Embraer y para más inri será el cliente de lanzamiento del E-2 Series con el E195-E2), así que esa tarde en la que acababa mi sueño brasileño tenía que coger un E195 que me llevaría a Recife. Casualidades de la vida, ese vuelo terminaría con un TCP muy especial: el CEO de la compañía David Neeleman.

Y es que en el vuelo iba a volar Neeleman desde FEN hasta GRU (según nos comentó el mismo)… el problema es que ese vuelo se retrasó (no nos dijo motivos) durante 30 minutos. ¿Qué es lo que hizo Neeleman? En primer lugar coger un micrófono que le pasaron y presentarse ante el pasaje en un perfecto portugués pero con un acento anglosajón que no podía negar:

«Buenas tardes a todos. Soy David Neeleman, director de la compañía. Ha dado la casualidad de que me encuentre aquí con ustedes para realizar este vuelo con mi hija camino a Sao Paulo. Les pido disculpas en nombre de la compañía y que hayan disfrutado de esta preciosa isla de Fernando de Noronha. En cuanto nos sea posible comenzaremos el embarque»

Calidad guarripeich sacada con mi movil

Calidad guarripeich sacada con mi movil

¿Buen detalle no? Eso es lo que cualquiera definiríamos como «liderazgo«: cuando algo no va bien, te remangas y tiras de carro como cualquiera de tus trabajadores. Pero es que eso no es todo.

Lejos de agazaparse del pasaje, Neeleman se puso en el mostrador de embarque a comprobar la documentación y billetes de todos los pasajeros y cortar las tarjetas de embarque una a una, explicando con una sonrisa de oreja a oreja que sentía de nuevo el retraso.

Los dos buques insignia de Azul: ATR y Embraer

Los dos buques insignia de Azul: ATR y Embraer

Ya cuando estábamos en el aire volvió a dar muestras de su compromiso con la empresa y sus pasajeros con un detalle muy curioso. Volviendo a dar disculpas por el PA nos dijo que iba a darse una vuelta por la cabina y que todo aquel que quisiese comentarle algo o que hubiese perdido alguna conexión debido al retraso que por favor que se lo hiciese saber y que se comprometía a que la compañía se haría cargo de cualquier daño debido al retraso. Un detallazo que alguien de ese estatus baje al barro y le eche un cable a todos los TCPs del vuelo. 

No contento con esto cuando salió del cockpit se quedó hablando con una auxiliar de vuelo y se hizo con una de las bandejas que usa Azul para repartir el pequeño catering que entrega a bordo y mientras la una repartía bebidas el otro repartía frutos secos y golosinas como un TCP más, parándose a dialogar con todo aquel que quisiese su presencia. 

Neeleman en acción con el pasaje con identificación colgando del cinturón. Genio y figura.

Neeleman en acción con el pasaje con identificación colgando del cinturón. Genio y figura.

WTF! Puedo jurar que para los aerotrastornados que íbamos dentro de ese Embraer, que el tipo que levantó de la nada compañías como Azul JetBlue o WestJet era un lujazo. Como si Amancio Ortega en persona te atendiese en un Zara y te cambiase unos gallumbos porque te quedasen pequeños. 

Y ya para redondear la jugada cuando ya íbamos a entrar en aproximación a REC, coge la bolsa de basura y fue retirando todos los restos de pasaje… de nuevo con una sonrisa en la oreja. Chapó caballero.

A mi apenas me dio para hacer unas fotos del momento de abordo (reconozco que me dio vergüenza hacerle fotos mientras retiraba latas, vasos y envoltorios y más pedirle una foto con el) pero como aerotrastornado de la aviación comercial podéis tener seguro que para un servidor fue como el día de Reyes.

En fin, una anécdota más que sucede cuando uno vuela por el mundo y que te enseña de qué pasta está hecha la gente y por qué TAP y los portugueses pueden estar seguros de que Neeleman no solo entiende de gestionar aerolíneas, sino que también ama el mundo de la aviación.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.