No, el 777 no voló a velocidades supersónicas

Flickr Robert Karma

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La semana pasada una noticia «revolucionó» el patio de Twitter, redes sociales y blogs (algunos de ellos leídos por miles de personas, pero no puedo poner enlaces): un 777 de British Airways había alcanzado velocidades supersónicas al volar desde Nueva York a Londres en apenas 5 horas y 15 minutos… ¿pero de verdad voló a velocidades dignas del Concorde rompiendo la velocidad del sonido? La respuesta es sencilla: el único vuelo supersónico que vas a poder disfrutar hoy en día es el que puedes imaginar yendo a un museo a ver el difunto Concorde.

Y para explicarlo de forma sencilla hay que poner sobre la mesa dos términos de lo más común en aviación: la Ground Speed (velocidad respecto al suelo) y la True Air Speed (Velocidad Verdadera). La primera es la velocidad que experimenta el avión respecto al terreno. La segunda es la velocidad que está experimentando el avión respecto a la masa de aire que lo envuelve. ¿Por qué se usan velocidades distintas? Porque el aire es un elemento dinámico, vientos y más vientos sobre los que cabalgan cada día miles de aeronaves.

Imaginad que vais montados en una cinta transportadora de las que suelen haber en estaciones de tren, metro, aeropuertos… para que vayamos más rápido por la terminal. Ahora te pones a caminar sobre la cinta para adelantar a esa pareja de pensionistas alemanes achicharrados por el sol que van en busca de su avión tras unas vacaciones en la costa y que ¡oh, sopresa! ocupan todo el ancho de la cinta y no te dejan avanzar más rápido hacia tu puerta de embarque. Tras decirles en voz alta un educado pero firme «Perdón» te pones en movimiento de nuevo sobre la cinta. Pues bien, la velocidad sobre la que te mueves sobre la cinta es tu TAS, tu velocidad verdadera, la que tu experimentas. ¿Pero qué velocidad estás teniendo respecto al resto de pasajeros que están fuera de la cinta caminando por la terminal? Obviamente vas más rápido porque a tus pasos hay que sumarle la velocidad de la cinta ¿cierto? Pues esa es tu Ground Speed, esa es la velocidad que estás experimentando sobre el terreno. La regla es de lo más sencillo ¿eh?: GS=TAS+Velocidad de la cinta transportadora.

Pues ya tienes la solución a la noticia de los vuelos de British que han llegado en algo más de cinco horas desde el JFK a Heathrow: el avión simplemente iba montando en una ENORME corriente de chorro. El avión volaba tranquilamente a su velocidad crucero usual mientras que la corriente de chorro hizo el resto, aumentando enormemente su velocidad sobre el terreno (su Ground Speed). Aunque el avión haya logrado llegar en cinco horas y poco, el avión jamás llegó a alcanzar ni por asomo las velocidades del Concorde.

Así que no, desgraciadamente todavía no has roto la velocidad del sonido… y desgraciadamente como os comentaba al principio, el Concorde pasó a la historia hace ya muchos años.

 

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