Por fin la semana que viene llega la película aerotrastornada del año a nuestras pantallas. Sully, película dirigida por Clint Eastwood, se estrenó hace ya más de un mes en EEUU con cierta polémica con la NTSB puesto que (ojo spoiler) en la película se pinta a los investigadores de la agencia de seguridad como unos matones que intentan culpabilizar del amerizaje voluntario al capitán Chesley «Sully» Sullenberger, algo que por cierto, no ha gustado nada en la agencia.
Hoy venimos a contaros algunos de los amerizajes forzosos que sucedieron antes del conocido como «Milagro del Hudson«. Para que tengan similitud con la historia de Sully tan solo se ha tenido en cuenta que: 1. han tenido supervivientes y 2. fue un amerizaje comandado voluntario.
- Vuelo 6 de Pan Am: el 16 de octubre de 1956 un Boeing 377 «Stratocruiser» realizaba la ruta de Honolulu a San Francisco. Poco después de alcanzar los 21,000 pies el motor 1 de la aeronave entra en overspeed. A pesar de los intentos de abanderar la hélice el sistema no responde así que el capitán decide cortar el aceite del motor para frenarlo… pero con ello introduce una resistencia considerable al avión (no conseguían abanderar la hélice). Para colmo unas horas después el motor 4 comienza a perder empuje y a humear por lo que la tripulación decide abanderarlo y apagarlo normalmente. Enseguida la tripulación se da cuenta de que con la velocidad que llevan no van a tener suficiente combustible ni para llegar a San Francisco ni para volver a Honolulu… habría que amerizar si o si. Por aquel entonces la marina americana tenía las llamadas «Estaciones Meteorológicas Marinas«, una serie de buques repartidos por todos los océanos del planeta que daban información meteorológica a las rutas aéreas transoceánicas. Así que el capitán de la aeronave puso en aviso al USGC Porchartrain que estaba cercano a la aeronave… y amerizó. A pesar de que el avión tocó agua a 90 nudos todas las 31 personas sobrevivieron y fueron trasladadas a San Francisco. Por suerte la marina americana grabó el amerizaje y hoy 60 años después podemos revivir aquel día:
- Amerizaje del Tu-124 de Aeroflot en el río Neva: un 25 de agosto de 1963 partía de Tallin un Tu-124 con 52 personas a bordo rumbo a Moscú. Todo iba en orden durante el despegue hasta que la tripulación intentó retraer el tren de aterrizaje de nariz… sin éxito. Como en Tallin la niebla era espesa, el control aéreo dirigió el Tupolev hasta Leningrado (la actual San Petersburgo) situado a menos de 200 millas. Y ahí es cuando el Tu-124 estuvo en espera sobre la ciudad con la intención de quemar todo el combustible posible y reducir así las probabilidades de incendio al tocar suelo… algo que nunca ocurriría puesto que un fallo de cálculo de la tripulación hizo que durante la última vuelta al circuito de espera el motor 1 se quedará sin combustible y a los pocos segundos el segundo motor. Sin empuje alguno y sin suficiente altura para llegar al aeropuerto de Púlkovo, el Tupolev pasó a apenas 30 metros de altura sobre el puente Bolsheokhtinsky y se lanzó sobre el río Neva. La casualidad hizo que amerizara cerca de un remolcador que consiguió atar un cabo al avión y remolcarlo hasta la orilla. Todas las 52 personas sobrevivieron. En el siguiente vídeo podéis ver alguna de las imágenes de la época… y si sabéis ruso alguna que otra entrevista que supongo será interesante:
- Vuelo 980 de ALM Antillean Airlines: lamentablemente este amerizaje no tuvo un final 100% feliz como los dos anteriores. El 2 de mayo de 1970 un DC-9 con 63 almas y operado por Overseas National Airways partía desde el aeropuerto Kennedy de Nueva York rumbo al Princess Juliana de San Martín. Nada presagiaba que el vuelo terminaría en amerizaje puesto que el DC-9 llegó a San Martín en la hora prevista sin incidente alguno. El problema vino cuando el control aéreo comunicó al capitán DeWitt que el aeropuerto estaba cerrado por condiciones meteorológicas, así que el avión comenzó a desviarse a San Juan. Durante su trayecto a Puerto Rico el control aéreo comunicó al DC-9 de Overseas de que podía volver a San Martín puesto que el aeropuerto se había reabierto. A su llegada pocos minutos después al aeropuerto de las Antillas Holandesas el DC-9 intentó aproximar por primera vez: frustrada. Segundo intento: frustrada. Tercer intento: frustrada de nuevo. Enseguida la tripulación pide permiso para desviarse al cercano aeropuerto de Santa Cruz, en las Islas Vírgenes Estadounidenses… pero no hay combustible suficiente en los tanques para llegar, así que no queda más remedio que amerizar a medio camino. De las 63 personas a bordo 23 perecieron en el impacto contra el agua (la investigación posterior demostraría que había muchos pasajeros sin el cinturón de seguridad abrochado).

DC-9 de ATM Antillean Airlines
- Vuelo 961 de Ethiopian: este quizá si que os suene mucho más puesto que se remonta a 1996 y fue realmente mediático. Un 767 de Ethiopian parte de la capital etíope rumbo a Nairobi con 175 almas a bordo. Poco después de entrar en el espacio aéreo keniano cuatro tipos corren por los pasillos a grito pelado y entrar en cockpit tomando el control del avión. Sus reclamaciones son poner rumbo a Australia puesto que son opositores al gobierno etíope y van a exigir asilo político. Como podéis imaginar el 767 no estaba preparado ni de lejos para llegar hasta Australia (WTF!) pero los asaltantes no sabía mucho de aviación y no creyeron al capitán Leul Abate en ningún momento basándose en la información de la revista de la aerolínea, que aseguraba (no sin razón) que un 767 podía estar 11 horas en el aire. Gracias a la pericia de Abate, el 767 apenas se alejó de la costa africana (hacer caso a los secuestradores y poner rumbo a Australia habría supuesto una muerte segura para todo el pasaje). Lamentablemente el 767 llegó a consumir prácticamente todo su combustible y, a pesar de que el capitán intentó poner el avión en la pista de la capital insular, tocó amerizar. En cuanto el motor izquierdo del 767 tocó fondo (aterrizó a pocos cientos de metros de la playa) el avión viró sobre sí mismo y se partió… De las 163 personas a bordo 125 perecieron (entre ellos 3 secuestradores). Curiosamente muchos de los cuerpos fueron encontrados ahogados dentro de la aeronave con el chaleco salvavidas inflado.
- Vuelo 421 de Garuda Indonesia: un 737 de la compañía de bandera indonesia cubre el corto recorrido entre islas con 60 almas a bordo. Poco tiempo después de despegar una tormenta gigantesca aparece en el radar meteorológico del 737-300. La tripulación cree que tiene el suficiente espacio para volar entre dos enormes manchas rojas que aparecen en sus pantallas. Error. Al entrar en la boca del lobo el Boeing se encuentra con una salvaje tormenta de granizo que termina con los dos motores apagados y, a pesar de intentar varias veces volver a arrancarlos, los intentos se muestran estériles (la investigación posterior revelaría que la densidad de granizo excedía el máximo permitido por los motores). No hay alternativa mientras el avión comienza a perder altura: hay que amerizar en el río Solo, el mayor río de Indonesia. El impacto de la cola del avión con el suelo del río hace que una parte del fuselaje inferior se separe y dos TCPs sean arrastradas fuera del avión. Finalmente solo hubo que lamentar una víctima mortal. Por cierto, si al vuelo de Sully se le llama «el milagro del Hudson», a este vuelo se le conoció en su día por el nombre propio del piloto: «El milagro de Abdul Rozak«.
- Vuelo 1153 de Tuninter: la aerolínea tunecina realizaba la ruta Bari-Djerba con un ATR-72 con 39 almas a bordo. El salto era sencillo, entre las dos ciudades apenas hay 520 millas, pero la tripulación no calculó el combustible necesario para realizar el salto y no debido a un error suyo: la noche de antes durante el mantenimiento al avión se le había instalado un indicador de combustible de un ATR-42, que tiene unos tanques de combustible más pequeños que su hermano mayor. Como podéis imaginar en el vuelo de vuelta de Bari el ATR se quedó tieso de combustible y al poco tiempo de despegar los dos motores se apagaron. El ATR intentó planear hasta a Bari pero entre que no desabanderaron las hélices (más resistencia) y a que ya se encontraban a una distancia considerable de la capital pullesa, no hubo manera de alcanzar tierra: a 40 kilómetros de la costa el ATR tuvo que amerizar. De las 39 personas, 16 fallecieron en el impacto u ahogadas. El capital y el segundo fueron condenados a cárcel… también varias personas del departamento técnico.
Algunos terminaron con final feliz y otros no tanto, pero podéis ver que, antes del gran Sully, algunos otros se había visto forzados a tomar la misma decisión que el protagonista de la película de Eastwood. ¡Ah! Y si sabéis de algún que otro amerizaje forzoso más, ¡¡déjalo en comentarios!!
Buen fin de semana… ¡y disfrutad de Sully!