«con Air Europa Express pon las tuyas a remojar…»
Eso es lo que deberían pensar los empleados de Air Europa hace un tiempo cuando IAG lanzó la creación de «Iberia Express«. Y es que esta semana Air Europa ha sido foco de atención: si por un lado nos enterábamos de que Hidalgo había sido imputado por evasión de impuestos, por otro lado nos encontrábamos que Globalia iba a «resucitar» Air Europa Express (sí, la de los míticos ATPs), haciéndose con el control del AOC Aernova (algún día os contaré lo cotizadas que están las licencias AOC en este país…).
Sea como fuere el comunicado de la compañía deja intuir de que se trata de hacer una aerolínea lowcost en toda regla. En primer lugar porque ya indica que «será independiente de Air Europa, es decir, no será filial sino hermana de esta». Vamos, una Iberia Express, una Transavia, una Germanwings… a lo Globalia Style. Y obviamente las condiciones laborales no serán las mismas que las de Air Europa y ahí está la cuestión del tema.
Media Europa ha claudicado ante la presión de las aerolíneas low cost. Lufthansa creó en su día German Wings (esta incluso ha ido más allá y ha creado Eurowings para hacer largo radio low cost), KLM-Air France potenció a Transavia y que desencadenó en la huelga del año pasado en Air France que supuso enormes pérdidas para la compañía, la ya conocida Iberia Express… es el pan nuestro de cada día.
¿Es la creación de Air Europa Express la solución?
El problema es más bien endémico. ¿Qué hacemos para competir con Ryanair, easyjet o Vueling? Una de las opciones es la de competir de tu a tu con el mismo servicio y mismas condiciones operativas (no solo laborales). Otra opción es ofrecer un servicio claramente diferenciado de las aerolíneas low cost: no cobrar por asientos extra, ofrecer catering a bordo y ofrecer asientos con algo más de espacio que las tres aerolíneas low cost que se están merendando el mercado europeo. El problema es: ¿estaríamos dispuestos a pagar más dinero por tener un café y un bollo en un vuelo de hora y media? ¿Pagaríamos 30, 40, 50€ más por poder elegir asiento y tener unos centímetros más de espacio en un vuelo de PMI a CDG? Muchos sé que diréis que sí, pero la mayoría no y tengo un caso que lo demuestra claramente: el reinado absolutista de Ryanair. Sigue volando en aeropuertos secundarios, sigue cobrando hasta por respirar, sus asientos son probablemente los más incómodos del mercado low cost europeo… pero siguen siendo los reyes. ¿Por qué? Porque la gente por una, dos o tres horas no se complican la vida y prefieren ahorrarse 30€ a pesar de que padezcan cientos de incomodidades. Si hablamos de cruzar el charco ya es otra cosa y estar metido 10 horas en un hierro es algo que hay que valorar: no siempre lo más barato es la mejor opción.
Air Europa tenía que definirse para poder seguir compitiendo en Europa y ha optado por lowcostizarse. No es nada descabellado ni criticable desde el punto de vista empresarial: al resto parece que les está funcionando. Pero según se vaya sabiendo más sobre esta nueva compañía quizá vislumbremos nubarrones para el personal de Air Europa… No soy un experto financiero y no sé si realmente es la opción menos mala para Globalia o si es la única (para eso tienen a gente que saben de cuentas 100 veces más que este humilde bloguero), pero espero que la cosa por lo menos no termine tan mal como la primera Air Europa Express.