Por fin he encontrado un hueco para hacer esta review a la que tantas ganas le tenía: qué tal anda Cathay Pacific en su clase Business. Y digo que le tenía ganas porque Cathay siempre ha tenido fama de ser una aerolínea Cinco Estrellas, incluso antes de que llegara esta locura de Emirates, Qatar y Etihad. En cuanto llegó a Madrid el año pasado tenía claro que el siguiente vuelo a Asia intentaría volar con Cathay fuese en clase turista o ejecutiva, pero había que añadir la muesca de Cathay al currículo viajero.
Bien, pues justo a finales del año pasado tuve que ir a Hong Kong unos cuantos días. «¿A Jon Con? Rili?» dije yo abriendo los ojos de par en par y relamiéndome en mis adentros… pues habrá que volar en Cathay ¿no?.
Disclaimer: nope, nadie en Hong Kong movió un dedo para pagar mis billetes… (eh! si eres en pez gordo de Cathay en España y Portugal me brindo a volar con vosotros y hacer un reporte cuando queráis ¿eh?. Eso sí, yo lo casco todo, ¡¡lo bueno y lo no tan bueno!!)
Disclaimer 2: ya sabéis que mis fotos están hechas con una cámara de móvil cutre salchichera, así que no me lo tengan muy en cuenta.
Partimos de Madrid donde nos espera el flamante 777-300ER de Cathay Pacific en la puerta S25. Si la presencia de un 777 es siempre bienvenida por su elegancia, con los colores de Cathay todavía queda más bonito:

Listos para embarcar por la S25

El precioso 777-300ER de Cathay Pacific esperando el embarque
Poco que comentaros en el embarque, al fin y al cabo no quiero que el post dure mil fotos, así que al grano: ¿cómo diablos luce la clase business de la Cathay Pacific? 1+2+1, con los asientos laterales inclinados hacia la ventana. Básicamente igual que la que vimos en los 777 de American Airlines, con los Zodiac Cirrus. Voila!

Así luce la cabina ejecutiva de Cathay en sus 777
La butaca ya la conocéis de American pero vamos a ver cómo la presentaban los hongkoneses:

El asiento era el Zodiac Cirrus que también tiene American Airlines, por lo que no sorprende para un pasajero que ya haya volado antes.

La pantalla sale del lateral del asiento pudiéndose replegar a la hora de dormir.
Cosas buenas de este asiento: que permite replegar la pantalla cuando quieras echarte, permitiendo más espacio vertical para las piernas cuando quieras echarte una cabezadita. Esto permite también más espacio lateral en el asiento, así que es todo un acierto en el diseño.
Cosas malas: las que ya os dije en el vuelo de American… al estar inclinado no tienes pleno, o mejor dicho, fácil acceso a la ventana cuando despegas y aterrizas, así que para los que os gusten frikear en estas fases del vuelo perderéis algún que otro detalle. Ah y otra cosa que se me pasó en el de American: a la hora de cargar el móvil, si utilizas un cargador que sobresalga mucho te toparás con el codo varias veces debido a la ubicación lateral del enchufe.

Ubicación lateral de todos los conectores: puede ser un rollo si utilizas un cargador que sobresalga mucho… se topará con su brazo varias veces.
Cosas que presenta de diferente manera Cathay y American: mientras que los primeros tiran por las molduras y las coberturas de tela, los yankis tiran más por el cuero. A mi el toque de Cathay me gustó bastante:

Ejemplo de cómo forraba Cathay el habitáculo donde tiene los cascos

Forrado en tela del asiento de Cathay.
Yendo a detalles más concretos: el espacio para las piernas que permite el asiento de Cathay, al contrario de lo que sucede con el de Qatar o con el de Iberia… es masivo:

Así luce el asiento una vez plegamos la pantalla hacia adentro.
Bueno, pues despegamos sin contratiempos y con una puntualidad extrema. Digamos hasta pronto a Madrid:

Las Cuatro Torres de Madrid al fondo
¿Qué es lo primero que me llama la atención? Lo que tarda en comenzar una película en el sistema de entretenimiento. Ya sabéis que non son pocas las aerolíneas en las que te bombardean con publicidad antes de comenzar la película… pero lo de Cathay es de mear y no echar gota: 6 minutos y 20 segundos. Como lo oís. Cronometrado. Varios spots, alguno de ellos en cantonés por lo que no te enteras de nada hasta que comienza la película. Lo bueno es que puedes tirar hacia adelante sin problemas hasta que comienza la película porque si no la espera es infame.

CX Studio, el sistema de entretenimiento de Cathay

Otro detalle curioso: el sistema de entretenimiento no está en español. Yo no tengo problema alguno, cierto, pero lo más problemático es que, al menos en mi vuelo, no había ni una sola película en castellano. Te tocará verlas en inglés subtitulado, cantonés subtitulado o lo que sea subtitulado. No sé a vosotros, pero si me voy a tirar 12 horas metido ahí dentro volando desde Madrid, me gustaría que al menos pusiesen alguna película aunque fuese en audio latino.
¿Cómo luce el amenity kit? (el neceser, vamos…)

Neceser de Cathay en business class. Varios productos de Jurlique
En este caso el neceser de Cathay va cargadito de productos Jurlique, una marca premium australiana de productos de belleza. No está nada mal el detalle de la crema de dientes Colgate y del mini enjuague bucal. El neceser como tal es de tela y es diseñado por Seventy Eight Percent, al parecer una marca de bolsos de Singapur de la cual no tenía ni idea. Por cierto, no está al nivel del de Cole Hann de American, el que para un servidor sigue siendo el mejor neceser que he recibido.

El neceser de Seventy Eight Percent de Cathay… lleno de productos de Jurlique
Era hora de que repartieran la carta del papeo… que como veréis fue algo bastante raruno. Esta es la carta que ofreció Cathay en el vuelo:
El resultado de la elección lo tenéis a continuación. Entrantes:

King crab and avocado timbale on gazpacho jelly
Antes de ver el plato principal un detalle curioso. Al contrario de lo que normalmente se hace en otras aerolíneas donde tu pides de antemano lo que quieres y te lo traen cuando has terminado el entrante, en Cathay lo que hace es pasar con un carrito lleno platos principales. Es decir, que ves lo que hay en el carrito y eliges en consecuencia, un detallazo para saber qué diablos vas a comer y que te entre por los ojos:

La tripulación paseando el carrito lleno de platos principales para pedir elecciones.
La elección fue sencilla:

Spring lamb chop, roasted eggplant, red pepper confit and potato terrine and black pepper jus
Y el postre antes de echarse una cabezadita:

Un poquito de queso con uva. Muy posh todo.

Un champagne jelly with strawberry and white chocolate para terminar
El baño en el avión no estaba tan bien decorado y lleno de moldura como los de Qatar sino en la línea de sencillez y normalidad de Iberia o American Airlines. Eso sí, al menos tenía productos Jurlique para su uso.

Jurlique para todos!
Y poco más caballeros, uno que se hincó entre pecho y espalda la película de Warcraft (enterita sin vomitar durante su visionado ojo…) y se puso a dormir:

Todo el mundo a dormir, poco después apagarían las luces de cabina.
Poco más os voy a poder contar puesto que la noche anterior dormí poco y, ya que el vuelo llegaba a las 7 de la mañana a Hong Kong, aproveché para dormir durante varias horas en el cómodo asiento de Cathay. Así que ya para terminar, veamos el opíparo desayuno de Cathay hora y media antes de aterrizar. Un smoked gouda omelette, pork sausage, sauteed spinach y potato cake and cherry tomato.
Llegó la hora de aterrizar ante una preciosa vista del amanecer asiático. Llegó la hora de pisar uno de los aeropuertos a los que le tenía muchas ganas. En las próximas semanas veremos alguna review de las salas business que son un auténtico espectáculo.

Bonito amanecer dentro de la cabina del 777 de Cathay

Llegando al aeropuerto internacional de Hong Kong (HKG)
Notas finales:
- Cabina: 8
- Tripulación: 9
- Entretenimiento a bordo: 6
- Restauración: 7
- Media: 7,5
Muy buena experiencia con la business de Cathay aunque para serles sinceros, esperaba más. Más de una aerolínea que siempre he visto con 5 estrellas SkyTrax (si alguna vez tuvo verdadero peso ese ranking). Antes de de volar con ellos imaginaba un servicio no tan excesivo como el de Qatar pero casi: con asientos llenos de molduras, con menús rimbombantes y con pijamas en clase business. Encontré un trato impecable por parte de toda la tripulación, una puntualidad pasmosa y un asiento muy cómodo pero que ya conocía. Le penaliza eso sí el no tener un IFE con una sola película en español (desconozco si a estas alturas lo han modificado, el vuelo fue en invierno). ¿Recomendaría Cathay? Con los ojos cerrados… pero no esperéis los lujos excesivos de las aerolíneas del medio oriente aunque, quizá la pregunta sea: ¿acaso es necesario dar tanto como Qatar para dar un buen servicio?