Por qué un vuelo directo es más caro que uno con conexión

Esta es una pregunta que me ha llegado a correo de un lector llamado Oscar. En concreto me dice

Hola Avionista (…)

(…)

(…)

Bueno, no te entretengo más. Simplemente quería preguntarte una cosa para el blog. Estoy buscando un vuelo para pasar con mi novia el fin de año en Japón con esto de la apertura de Madrid a Tokio por Iberia. Además aprovechando puentes de esos días ya hemos reservado 7 días laborables de nuestras vacaciones para poder marchar del 27 de diciembre al 7 de enero y alargar al máximo esos días. Entrando en Iberia encuentro que volando directo desde Madrid me sale por ¡¡más de 1000 euros!! Mientras que si hago escala en Heathrow y desde ahí vuelo con British o JAL me sale por menos de 600 (594 en el momento que te escribo el email. La cuestión es que leí hace un tiempo por ahí la razón de por qué volar con escalas sale más barato que directo pero creí que sería un tema interesante para escribir en tu blog

(…)

(…)

Pues efectivamente Oscar, tu email me ha servido para escribir un post en el blog hoy que no tenía nada en mente para escribir. Probablemente muchos lo sabréis y esto os resultará redundante, pero es algo que a mucha gente le extraña: “¿Pero cómo diablos puede ser que un vuelo directo es más caro que uno con conexión?”. La razón es más sencilla de lo que parece y es simplemente oferta y demanda.

Partamos de que Iberia (o Air Europa, Vueling, Volotea o CienpozuelosAir…) ya sabe cuánto le va a costar el vuelo desde el momento que lo pone a la venta. Son tantas millas, tantos asientos, tanta carga que tengo contratada, el combustible lo tengo a un precio fijo por utilizar derivados financieros: entro en mi programa y me sale que volar un MAD-NRT con el A333 cuesta un Gritón de dólares. Punto.

vuelo directo Madrid Narita Iberia

Precios de un MAD-NRT directo y con conexión

Ahora llega el momento de hacer ese vuelo rentable: hay que conseguir que tus ventas sean superiores a ese precio que has calculado. Primero: ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar de más por no hacer escalas en ningún lado? Dependiendo de ese “delta”, la mayoría de los mortales paga un plus (dentro de lo lógico claro) para no tener que esperar 1,2, 4, 20 horas en Heathrow: “prefiero pagar 100€ más y me monto en Madrid, me tomo una dormidina aliñada con un lingotazo de chinchón y que me despierten cuando llegue a Tokio”. Así que ya tenemos una idea clara: si quieres viajar “sin complicaciones” paga.

Pero con todo puede darse el caso de que Iberia, un tiempo antes del vuelo, se dé cuenta que con estas tarifas no llena el vuelo a Tokio “ni de flowers”. Lo lógico es pensar que reducirá el precio para llenar el avión y listo… pero haciendo eso lo que hace es “dejar de ganar” dinero con el vuelo directo a Tokio y lo que quiere Iberia (y tú, yo y el vecino del quinto) es ganar lo máximo por algo que estas vendiendo. Así que recurre a otra estrategia: vamos a hacer que esa gente a la que nuestro “delta por volar directo” le parece caro, vuele por una de nuestras conexiones (en este caso IAG o Oneworld) poniendo ésta más barata por dos razones principales.

La primera y más importante es la competencia: para volar de Madrid a Tokio puedes hacerlo por Iberia+Oneworld pero también únicamente por British, por Alitalia, por Air France/KLM, por Qatar, por Emirates, por Air China… es decir: hay mucha más competencia con la misma condición (una escala). Más competencia = precios menores. 

vuelo Londres a Narita directo y con conexiones

Precios de un vuelo directo y con escalas entre Londres y Tokio: más de 300€ de diferencia entre uno y otro

La segunda es el inconveniente de tener que emplear unas horas en la terminal de cualquier aeropuerto en el que hagas conexión: ¿cómo pagas lo mismo si te hacen dar tumbos por medio mundo hasta llegar a tu destino?

Con esta política de precios la aerolínea consigue maximizar sus vuelos diferenciando claramente dos tipos de pasajeros: los que no son sensibles al «delta por volar directo» pagarán el plus y con esto se conseguirá que gran parte de los pasajeros paguen el precio fijado por Iberia para maximizar sus ganancias (no hay competencia en MAD-NRT así que es una ruta 100% Iberia, ellos ponen las reglas). Los asientos que se les queden vacíos los irán llenando con vuelos de British (o IAG o Oneworld) a un precio menor, sí, pero obteniendo más beneficios que si bajaran el precio de todos los asientos en el vuelo directo en su web.

Y es que al final ya os digo: ley de oferta y demanda. Aunque hagáis uno o dos saltos, un vuelo con conexión (casi) siempre será más barato que un vuelo directo, así que ya depende de vosotros: ¿qué precio tiene vuestra comodidad?

Barajas y Narita: Del barco de Chanquete ¡No nos moverán!

Ayer echando un vistazo por Internet topé con esta historia que sinceramente desconocía: cinco vecinos una urbanización aledaña al aeropuerto de Barajas están peleando por cerrar la pista 18R/36L de Barajas debido al ruido que producen las operaciones por la noche. Y obviamente me trajo a la cabeza la incesable lucha de los vecinos de Narita contra el aeropuerto que lleva su nombre, así que este humilde servidor os va a contar lo que allende los mares acaeció hace unos años. Hoy hablamos de Barajas y Narita: la lucha de los afectados.

Y para ello os voy a poner una analogía que muchos de vosotros entenderéis rápidamente: la resistencia de Chanquete en “La Dorada” para que no lo desahuciaran. Siendo sinceros cuantos de vosotros no habéis tarareado en vuestra vida aquello de Del barco de Chanquete: ¡¡NO NOS MOVERÁN!!

– ¿Chanquete y aviación? Deja el Chinchón con SevenUp estimado Avionista” (diréis no sin razón muchos de vosotros…)

¡Pero no! Esta vez no me hará falta dejar las bebidas alcohólicas, “Qué Tiempo Tan Felíz” o cualquier otro tipo de droga blanda porque os vengo a contar la historia del Aeropuerto de Narita: el Chanquete japonés.

Todo comienza cuando el gobierno japonés planea crear un nuevo aeropuerto en el Norte de Tokio, una ciudad que por los años 60 ya era una megaurbe cuyo aeropuerto (Haneda) se acercaba al colapso. Bien, pues las tierras elegidas por el estado fueron las de la zona agrícola de Narita, en concreto en el pequeño pueblo de Tomisato en la prefectura de Chiba. Pero este pueblecito tenía un pequeño problema: prácticamente todas sus tierras estaban en manos de familias privadas, por lo que construir ahí el aeropuerto solo en indemnizaciones supondría un enorme sobrecoste.

Así que siguieron buscando por la zona y equilcuá: a pocos kilómetros estaba situada la población de Sanrizuka, otro pueblo que además tenía una ventaja frente a Tomisato ya que gran parte de las tierras eran propiedad del Emperador de Japón y por ende, del estado. Los gestores del proyecto lo tenían claro: en Sanrizuka sería más barato construir… pero craso error.

Sanrizuka, la villa de los rebeldes

Sanrizuka se había caracterizado hasta entonces por albergar una gran concentración de granjas. Muchas de ellas eran rentables y sus dueños podían vivir cómodamente de ellas pero gran parte de ellas eran simplemente deficitarias (tan solo el 20% de las tierras en Japón son cultivables). El gobierno de Japón ni siquiera consultó a los habitantes de Sanrizuka: echó sus números en términos de indemnizaciones y acto seguido anunció que iba a construirse «si o si» en esa zona. Realmente no fue difícil convencer a muchos granjeros de la zona (sobre todo los más pobres) de que tomaran la indemnización por expropiación que ofrecía el gobierno de Japón, un “take the money and run” en toda regla. Pero como siempre pasa: gran cantidad de propietarios que dijeron NO a la expropiación de sus tierras, NO al fin de su modo de vida.

Una serie de granjeros firmemente opuestos a la construcción de un aeropuerto formaron la 三里塚・芝山連合空港反対同盟 (lo que tú y yo conocemos como la “Unión de Opositores al Aeropuerto de Sanrizuka-Shibayama” vamos). Una organización que desde su formación no solo se opuso en los tribunales a NRT sino que también protagonizó numerosos altercados contra las infraestructuras del aeropuerto en construcción: ya sea cortando el suministro eléctrico de las instalaciones varias veces, ocupando (y destrozando) la torre de control poco después de su inauguración, etc. A tal nivel llegaron las protestas de los granjeros que la policía tenía que recurrir varias veces a los antidisturbios y sus cañones de agua para disolver al personal. El siguiente vídeo os dará una idea de lo que ahí se vivió: auténticas batallas campales.

Debido a esta resistencia de los granjeros Narita no fue inaugurado hasta 1978 (¡¡7 años después de lo programado!!) y de hecho lo hizo mermado.

Narita: un aeropuerto inacabado

El proyecto original de Narita contemplaba la construcción de cinco pistas (dos de 4,000m, una de 3,600m y dos más de 2,500m), pero debido a los continuos incidentes las autoridades “redujeron” el aeropuerto a solo 3 pistas… de las cuales hasta 2009 tan solo habían construidas “pista y media”. Y es que Narita, casi 40 años después, sigue siendo un aeropuerto inacabado.

Y os preguntaréis que es eso de “pista y media”. Para responderte te propongo un ejercicio de agudeza visual:

Acércate un poquito a la “Pista B”, la pista que está encima de las terminales y pon el mapa en modo «terreno» (en la esquina inferior izquierda).

Narita: parcelas sin expropiar

Trozo de terreno de Sanrizuka en la Pista B de Narita.

Tal y como estás suponiendo esa parcela de tierra pegadita a la cabecera de la 34R es lo único que queda de Sanrizuka, de Narita pueblo, “La Dorada” de Chanquete versión aeroportuaria. Ahí, justo al final de la cabecera de pista y en medio de lo que iba a ser la pista original como puedes ver por el trozo de pista que sigue al pueblo.

Barajas y Narita, la lucha de los afectados

Cabecera 34R de la Pista B de Narita… justo donde comienzan los terrenos todavía sin expropiar. (Rand Peck)

Barajas y Narita: las granjas que quedan en pie

Toho/Sanrizuka/Narita. La tierra sin expropiar y las diferentes taxiways hacia la pista en Narita

De hecho la Pista B fue abierta con motivo del Mundial de Fútbol de 2002 y tan solo tiene 2,200 metros de los 2,500 proyectados y no fue hasta 2009 cuando finalmente fue extendida hacia el Norte viendo que los litigios con los propietarios de los terrenos no vislumbrasen la luz al final del túnel.

Madrid Barajas y Narita: el chanquete japonés

Plano de Narita. Arriba la Pista B muestra donde quedan núcleos sin expropiar (unacquired land) y la pista planeada y lo que finalmente se construyó

A día de hoy quedan dos casas en pie, varias tierras trabajadas alrededor de ellas y ojo: un santuario sintoísta. Si entráis con en Street View podréis ver que prácticamente el acceso a todos estos terrenos están vallados hasta arriba convirtiéndose en (probablemente) el pueblo, o lo que quede de él, más vigilado de todo Japón.

Lucha en Barajas y Narita: granjas

Santuario de Toho, «en medio» de la Pista B de Narita. (KAZUHIKO ISHII)

Y todavía no ha terminado el conflicto. La tercera pista que queda por construir sigue en el aire debido a que también pasaría por terrenos «de la resistencia» lo que deja al aeropuerto de Narita (el aeropuerto más grande en tamaño y segundo en pasajeros) con una sola pista operativa para aeronaves de gran tamaño, provocando que el aeropuerto se quede colapsado si hay cualquier problema en la Pista A (la primera y más larga) como el DC-10 de FedEx que se accidentó en 2009 y provocó que todos los vuelos comerciales de gran tonelaje fueran desviados a sus alternativos.

 Así que Narita, casi 40 años después, sigue siendo un símbolo de la resistencia, un «Chanquete» aeroportuario.