When we were told it’s impossible, we knew it’s the right way to be done – Joe Sutter
Lamentablemente volvemos a hablar de Boeing 747 en el blog. Si antes de marchar de vacaciones hablábamos de que Boeing admitía que si no se conseguían nuevas ventas el futuro del Jumbo era desaparecer, ayer tuvimos otra desagradable noticia relacionada con la “Reina de los cielos”: Joe Sutter, su padre, moría a los 95 años.

Joe Sutter con una de las maquetas de su creación
Sutter siempre será considerado como el padre del jet comercial más bonito de la historia, pero antes había trabajado en numerosos modelos de la compañía de Seattle. Curiosamente Joe Sutter reconoce en su libro “747: Creating world’s first Jumbo jet and other adventures” (que podéis comprar en Amazon) que su entrada en Boeing es “accidental” puesto que había recibido otra oferta mejor remunerada de Douglas. Fue mujer, nacida en Seattle, fue la que decantó la balanza a favor de Boeing.
El caso es que tras la Segunda Guerra mundial Sutter comienza a trabajar en Boeing para la optimización de la aerodinámica del Stratocruiser. Cuando Boeing decidió lanzarse a por los jets comerciales, Sutter pasó a formar parte de los equipos de diseño del Dash 80 y 707. Pero no sería hasta los 727 y 737 donde Joe Sutter demostraría estar más que capacitado para tomar el timón de un proyecto como el 747. En el 727 fue el ingeniero jefe del diseño del conjunto flaps+alerón que se considera una joya de la ingeniería aeronáutica, su diseño tan optimizado fue una de las razones para que finalmente el 727 tuviese el diseño de cola en T. En el 737 fue más allá y a él se le atribuye la decisión de situar los motores debajo del ala (de hecho se le otorgó la patente del diseño del encastre del motor en el ala del 737-100 y cobró 50 dólares de la época por ese trabajo) puesto que ya había detectado los problemas de estabilidad que presentaban los 727 tras haber trabajado en ellos.
Su huella en estos dos aviones supuso su consagración como ingeniero de diseño y en 1965 se le nombró capo de la creación del Boeing 747 y además con un encargo de tener el avión volando en un plazo de 29 meses. Todos esos diseños que alguna vez habéis visto del 747 pasaron por sus manos: desde un double-decker total, el “oso hormiguero”… hasta el diseño final con su mítica joroba y ancho para 10 asientos, características esenciales para que un operador pudiese convertir el avión rápidamente en un carguero capaz de albergar dos contenedores paralelos en su planta.

Joe Sutter delante del primer 747 de la historia (Boeing)
Tras el rotundo éxito del Jumbo Sutter fue promocionado a labores de gestión dentro de Boeing pero siempre ligado a los departamentos de ingeniería de la empresa.
A mediados de los 80 le tocó jubilarse pero aun así no dejó de estar en pleno contacto con la aeronáutica. Fue el presidente de la comisión de investigación de la explosión del Challenger y durante estos 30 años siempre siguió en estrecha colaboración con Boeing en la figura de consejero e incluso con plena dedicación como el las variantes 747-400 y 747-8 del avión que comenzó a idear un día hace más de 50 años. Incluso dicen los más allegados que siempre pensó que había sitio para una versión todavía más grande del 747 con más de 550 asientos que tras los resultados de venta del 747-8 jamás veremos.
Os dejamos con la ponencia sobre el 747 que dio hace dos años en el Museum of Flight junto al piloto de pruebas Brien Wygle con motivo de la restauración del primer Boeing 747 de la historia. En él desgrana curiosidades como que hubo un momento crítico en el que se dudaba de la viabilidad del proyecto cuando se llegó a alcanzar el gasto de 5 millones de dólares diarios. Dura un rato largo pero es de visionado obligado, disfrutad: